La natación terapéutica involucra una serie de ejercicios en el agua diseñados para ayudar en la rehabilitación, aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Es una forma de terapia física que utiliza el agua como medio de rehabilitación y tratamiento por sus propiedades únicas, como la flotabilidad y la resistencia controlada. A través de una serie de ejercicios y técnicas adaptadas a las necesidades individuales, la natación terapéutica beneficia a personas con afecciones musculoesqueléticas, discapacidades, lesiones o problemas de movilidad al proporcionar un entorno de bajo impacto que reduce el estrés en las articulaciones y facilita el movimiento. Además, el agua ofrece un ambiente relajante que puede aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la calidad de vida. Hoy te decimos algunos ejercicios de natación terapéutica y los beneficios físicos que tiene.
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Cinco ejercicios de natación terapéutica
La elección de ejercicios de natación terapéutica debe adaptarse a las necesidades y capacidades individuales de cada persona y serán diseñados por un monitor de natación terapéutica certificado para asegurar los objetivos de rehabilitación y bienestar. Algunos de los ejercicios más comunes en una rutina de rehabilitación son:
- Flotar en el agua: es beneficioso para reducir el estrés y la tensión en el cuerpo, se puede intentar flotar boca arriba o boca abajo utilizando un chaleco de flotación si es necesario.
- Caminar en el agua: es un ejercicio de bajo impacto que ayuda a mejorar la fuerza muscular y la resistencia cardiovascular.
- Pateo suave con las piernas: se hace para fortalecer los músculos de las piernas y para mejorar la circulación. Para facilitar el ejercicio se puede sostener en el borde de la piscina o con la ayuda de un dispositivo de flotación.
- Movimientos de brazos en el agua: esto ayuda a mejorar la fuerza y la flexibilidad. Aquí se pueden hacer movimientos de crol, espalda, braza o mariposa según el nivel de habilidad.
- Ejercicios de equilibrio: trabajar el equilibrio en el agua es beneficioso para mejorar la estabilidad y la coordinación. Se puede intentar pararse sobre una pierna o realizar ejercicios de transferencia de peso.
Para trabajar la resistencia se pueden utilizar dispositivos en el agua como mancuernas o bandas elásticas acuáticas, esto aumenta la intensidad de los ejercicios, se aumenta la fuerza, la resistencia cardiovascular y mejora la tonificación muscular. Si ya se tiene un nivel más alto, se puede nadar en diferentes estilos como el estilo libre, la braza o la espalda.
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Beneficios físicos de hacer terapia en el agua
La natación terapéutica ofrece una serie de beneficios físicos significativos para aquellos que la practican como parte de su rehabilitación o cuidado de la salud. Los ejercicios en el agua permiten un rango completo de movimiento y ayudan a mejorar la flexibilidad de las articulaciones y los músculos, lo que es especialmente beneficioso para personas con afecciones musculoesqueléticas o limitaciones de movimiento.
Además, la resistencia natural del agua proporciona un ejercicio de bajo impacto que fortalece los músculos de manera uniforme y efectiva, lo que ayuda a mejorar la tonificación muscular y la resistencia física. Incluso, la flotación en el agua y la temperatura controlada pueden aliviar el dolor en las articulaciones y los músculos, lo que es beneficioso para personas con artritis, lesiones o dolores crónicos.
Cabe destacar que el agua puede ayudar a reducir la inflamación y la hinchazón, lo que es especialmente útil para personas con afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide. Los movimientos en el agua estimulan la circulación sanguínea, lo que puede contribuir a una mejor oxigenación de los tejidos y una recuperación más rápida.
No obstante, la natación terapéutica proporciona ejercicio cardiovascular suave que puede mejorar la resistencia cardiovascular y la capacidad pulmonar. También, el entorno acuático y la sensación de flotación inducen a una relajación profunda, lo que puede reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo el bienestar emocional y mental.
En general, la natación terapéutica contribuye a una mejor calidad de vida al permitir que las personas se muevan con menos dolor y mayor comodidad, lo que les brinda la oportunidad de mantener un estilo de vida activo y saludable.
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