El yoga puede tener una influencia positiva en los/as niños/as en varios aspectos de su desarrollo físico, emocional y mental. A continuación, te decimos cómo influye el yoga en los niños/as.
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¿Cómo influye el yoga en los niños/as?
El yoga puede influir positivamente en los/as niños/as al abordar aspectos físicos, emocionales y mentales de su bienestar. Esta disciplina ayuda a los/as niños/as a desarrollar habilidades físicas y emocionales importantes, así como una relación positiva con su propio cuerpo y mente. Además, fomenta la alegría, la diversión y la conexión con los demás, lo que puede ser beneficioso para el desarrollo integral de los /as niños/as.
Por otro lado, el yoga promueve la actividad física y un estilo de vida activo desde una edad temprana, lo que es importante para la salud general de los/as niños/as. Así, al incluir una serie de posturas que ayudan a aumentar la flexibilidad en las articulaciones y el aumento de la fuerza muscular, se beneficia el desarrollo físico. También, las posturas implican equilibrio y coordinación, lo que ayuda a los/as niños/as a potenciar estas habilidades.
No obstante, las técnicas de relajación y respiración pueden ayudar a los/as niños/as a lidiar con el estrés y la ansiedad, así como las prácticas de atención plena en el yoga, pueden mejorar la concentración y la atención de los/as niños/as. Otro de los beneficios más importantes y valiosos dentro de la práctica, es el de la autoconciencia y el amor propio, esto se logra dentro en las sesiones al conectar a los /as niños/as con su propio cuerpo y emociones.
No cabe duda que las clases de yoga para niños/as a menudo fomentan la interacción y la colaboración entre sí, lo que ayuda a desarrollar habilidades sociales como la comunicación y la cooperación. Así como la empatía hacia los demás cuando se trabaja y surge el respeto por uno mismo y por los demás.
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Yoga en la vida de los/as niños/as
La incorporación del yoga en la vida diaria de los/as niños/as puede ayudarles a desarrollar habilidades físicas y emocionales importantes, promover la salud general y fomentar una actitud de bienestar. También puede ser una forma efectiva de enseñarles a manejar el estrés y la ansiedad, así como a desarrollar una mayor autoconciencia y autoestima.
El yoga infantil puede ser una excelente manera de comenzar o terminar el día. Por la mañana, puede ayudar a despertar y preparar el cuerpo y la mente para el día. Por la noche, ayuda a fomentar la práctica de la respiración y esto puede ayudar a los/as niños/as a conciliar el sueño más fácilmente. Es recomendable enseñar a los/as niños/as a practicar la respiración consciente en su vida diaria porque así aprenden a tomar respiraciones profundas y conscientes en momentos de estrés o ansiedad.
Yoga con bebés
Aquí las clases son para las madres o padres con los/as niños/as y son los adultos los que hacen las posturas, tratando de integrar en ellas al bebé o al/la niño/a. El bebé no está propiamente haciendo yoga, pero sí es una manera de reforzar el vínculo madre/padre-bebé.
Es recomendable combinar la práctica de yoga con la interacción y con el bebé, esta forma de yoga está diseñada para ayudar a los padres y las madres a fortalecer su vínculo con sus bebés, fomentar el desarrollo físico y emocional del bebé y proporcionar a los/as cuidadores/as una forma de hacer ejercicio suave y relajante.
Cabe destacar que el yoga con bebés se adapta a las necesidades, a las posturas y los movimientos son suaves y seguros. Las clases suelen ser dirigidas por instructores de yoga certificados que tienen experiencia en trabajar con bebés y niños/as.
Niños/as de 3 a 6 años
A partir de los 2 o 3 años el yoga sigue siendo ideal que se practique con los padres y las madres, también en las clases. En estas sesiones, la creatividad y el dinamismo son la clave para hacer una experiencia positiva y divertida. No se trata de que los/as niños/as realicen posturas perfectas, sino de que disfruten de la actividad y aprendan a relajarse y concentrarse. El yoga puede ayudar a los/as niños/as a desarrollar habilidades físicas y emocionales, como la coordinación, la fuerza, la flexibilidad y la gestión del estrés.
Niños/as de 6 a 8 años
A esta edad los/as niños/as ya no solo mantienen más tiempo las posturas y la concentración, sino que puede ayudarles a desarrollar habilidades físicas, mejorar su flexibilidad y fuerza. Además, están más preparados para acercarse al yoga con una nueva curiosidad; el juego sigue siendo fundamental y la vía por la que hacen las posturas y se mantiene su atención.
¿Cómo influye el yoga en niños/as de 9 a 12 años?
A medida que los/as niños/as crecen las necesidades de exploración y conocimiento van aumentando. A esta edad, el yoga les ayuda a mejorar la flexibilidad, la fuerza, la concentración y a gestionar las emociones más fuertes. Además, fomenta la autoconciencia y la confianza en sí mismos. Así, las clases pueden ser más estructuradas y pueden ofrecer un ambiente donde los/as niños/as aprenden y crecen, al tiempo que se divierten.
Adolescentes
La adolescencia es una época muy cansada y compleja a nivel emocional, el yoga para adolescentes puede ayudarles a desarrollar una relación más saludable con su cuerpo y mente, a reducir el estrés y a aumentar su autoconciencia. Además, les proporciona herramientas para afrontar los desafíos de la vida cotidiana y promueve un mayor bienestar.
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