Sentir dolor en nuestros cuerpo es una sensación que a nadie le gusta. Por ello, siempre buscamos alternativas que nos ayuden a mejorar o a corregir la causa de ese dolor. El pilates terapéutico se ha convertido en una práctica muy útil en este sentido, ya que nos permite ejercitar nuestro cuerpo para que vuelva normalidad lo antes posible. Para entender esta disciplina, es esencial entender en qué se basa y cuáles son sus diferencias con respecto al pilates tradicional. Por ello, continúa leyendo para saber más y recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster en Pilates Terapéutico.
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Índice de contenidos
ToggleBases del pilates tradicional
Los principios básicos del pilates hacen referencia a los seis pilares sobre los que se fundamenta la disciplina y que es necesario conocer para practicar el método correctamente. Estos pilares nacen del contexto que envuelve al método: proyección de salud, calidad de vida y bienestar integral. Por ello, todos los ejercicios se realizan siguiendo de manera estricta estos principios. Si bien, para un principiante puede ser complicado atender los seis principios del método a la vez, con la práctica se aprender sin complicación.
Los principios básicos del pilates son seis: concentración, respiración, control, fluidez de movimientos, centralización y precisión. Te los explicamos a detalle a continuación:
Concentración: Hay que estar presentes en cada movimiento, enfocándose en la conexión mente-cuerpo y prestando atención a los detalles y sensaciones del cuerpo durante el ejercicio.
- Control: Los/las practicantes deben mantener un control total sobre su cuerpo en cada ejercicio, evitando movimientos bruscos o descoordinados.
- Fluidez: Los ejercicios están diseñados para fluir sin interrupciones, manteniendo un ritmo constante y suave. Se busca la conexión continua entre los movimientos.
- Precisión: Los movimientos se realizan de forma precisa y controlada, centrándose en la alineación adecuada, el equilibrio y la técnica correcta.
Respiración: Se utiliza una respiración profunda y controlada para ayudar a enfocar la mente, oxigenar los músculos y facilitar los movimientos. La respiración se sincroniza con los movimientos para promover la fluidez y la relajación.
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Ejercicios y metodología
El Pilates tradicional se basa en un profundo conocimiento de la anatomía humana. Los ejercicios están diseñados para trabajar de manera efectiva los músculos y las articulaciones, teniendo en cuenta la alineación correcta del cuerpo y la función muscular. Además, cuenta con una metodología específica que abarca los siguientes aspectos:
- Secuenciación de ejercicios. Los ejercicios de Pilates tradicional se realizan en secuencias específicas que se dirigen a diferentes partes del cuerpo y grupos musculares. Estas secuencias están diseñadas para proporcionar un equilibrio entre fuerza y flexibilidad, y para abordar de manera integral todo el cuerpo.
- Uso de la respiración. Se utiliza una respiración profunda y controlada para ayudar a oxigenar los músculos, promover la relajación y facilitar el movimiento.
- Enfoque en el Powerhouse. El Pilates tradicional se centra en fortalecer y estabilizar el Powerhouse, que incluye los músculos abdominales profundos, los músculos de la espalda baja, los glúteos y los músculos de la pelvis.
Adaptabilidad a cada individuo. Los ejercicios y la intensidad pueden ser adaptados a las necesidades y capacidades individuales. El instructor de Pilates tradicional debe estar capacitado para ofrecer modificaciones y variaciones adecuadas para cada persona.
Patologías a tratar con pilates tradicional
El Pilates tradicional se ha utilizado para abordar una amplia variedad de patologías y afecciones. Aunque es importante destacar que estos ejercicios no son un sustituto del tratamiento médico adecuado, pueden complementar y mejorar la recuperación de ciertas condiciones. A continuación, se mencionan algunas de las patologías que se pueden tratar con pilates tradicional:
- Dolor de espalda
- Lesiones deportivas
- Lesiones de rodilla y cadera
- Lesiones de hombro
- Osteoporosis
Además, su práctica también mejora la conciencia postural y la alineación de la columna, lo que contribuye a minimizar el dolor de espalda y cuello. También, puede mejorar el rendimiento atlético, aumentar la fuerza central y mejorar el control del movimiento.
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¿Pilates terapéutico o tradicional?
Podríamos decir que existen varios factores que diferencian ambas técnicas.
1. Según el lugar
El pilates tradicional se imparte en gimnasios y principalmente está orientado a mejorar la movilidad del cuerpo y el estado de bienestar general. Por otro lado, el pilates terapéutico se imparte en centros de rehabilitación y está orientado a mejorar las funciones de los músculos, las articulaciones, el control postural, la flexibilidad o la coordinación entre otros aspectos.
2. Según la forma de impartirlo
El pilates tradicional suele hacerse de manera grupal. En sus clases, un/a monitor/a dirige a los/as alumnos/as, que siguen sus directrices conjuntamente. Además, en este tipo de clases no se suele hacer estudio inicial, por lo que son clases genéricas sin división de edad, nivel o patología a tratar. Por otro lado, el pilates terapéutico suele tratarse de forma individual. Puede que en la misma sala haya más personas, pero cada tratamiento es específico para cada paciente.
3. Según el/la profesional que lo imparte
Como veíamos en el punto anterior, el pilates tradicional que se practica en los gimnasios suele llevarse a cabo por monitores/monitoras y personas especializadas en deporte. En cambio, el pilates terapéutico lo pueden desempeñar profesionales sanitarios que posean los conocimientos relacionados con dolores musculares o articulares.
¿Quién puede hacer este tipo de pilates?
Es apropiado para todos los grupos de edad, desde niños/niñas hasta ancianos/as o mujeres embarazadas. Como hemos comentado anteriormente, los ejercicios se adaptan a cada individuo, por lo que tampoco es necesario sufrir una lesión en concreto para poder ponerlo en práctica. Muchas personas acuden únicamente para mantenerse en forma y saludables, disfrutando de la atención personalizada que permite una clase pequeña y la constante supervisión.
Como decíamos, las mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz también pueden practicarlo, siempre que el/la médico/a no haya restringido su actividad. Además, cabe destacar que el pilates terapéutico es una excelente manera de mantenerse activa durante el periodo prenatal. Los músculos del denominado core son importantes durante el embarazo, el parto y el posparto, por lo que el/la profesional puede adaptar los ejercicios para que sean de bajo impacto y puedan ajustarse fácilmente al estado de la embarazada.
Ahora que ya conoces más acerca del pilates tradicional, ¿te atreves a ponerlo en práctica? Aprender a impartirlo es fundamental, ya que cada vez son más frecuentes las patologías músculo-esqueléticas. Sin embargo, es fundamental tener una adecuada formación. De esta manera, podrás poner en práctica los conocimientos aprendidos de una forma óptima, eficiente y sobre todo responsable. Por ello, echa un vistazo a nuestra oferta formativa especializada en el sector y da un paso más en tu formación.